Con la NFL, o sea, la Liga de fútbol americano en plena ebullición, en la que los Eagles, los Patriots, los Giants, los Ravens, los Panthers, los Broncos, los 49ers y otros tantos equipos ya andan ahí luchando desesperadamente por alcanzar la «Super Bowl», tuve ocasión de ver la final de la Copa Mundial de Rugby celebrada en Japón, en la que se enfrentaban las selecciones de Sudáfrica e Inglaterra. Como bien pude comprobar, sobre el césped del Estadio Internacional de Yokohama, 30 aguerridos gladiadores se batían a pecho descubierto por intentar que un balón ovalado traspasase las fronteras enemigas, bien colocándolo tras una línea llamada «de anotación», bien logrando que el susodicho artefacto atravesara algo así como una portería de tres palos en forma de H.